POEMA DE BERGAMÍN
Tú que sabes tantas cosas,
dime por qué vuela el pájaro;
por qué crecen las espigas;
por qué reverdece el árbol.
Por qué se alumbran de flores
en primavera los prados.
por qué no se calla el mar.
por qué se apagan los astros.
Por qué es sonoro el silencio
en la soledad del campo:
dime por qué vuela el pájaro;
por qué crecen las espigas;
por qué reverdece el árbol.
Por qué se alumbran de flores
en primavera los prados.
por qué no se calla el mar.
por qué se apagan los astros.
Por qué es sonoro el silencio
en la soledad del campo:
y el agua corre a esconderse
entre su risa y su llanto.
Por qué el viento aviva el fuego
cuando no puede apagarlo.
por qué el corazón se duerme
si el alma sigue soñando.
entre su risa y su llanto.
Por qué el viento aviva el fuego
cuando no puede apagarlo.
por qué el corazón se duerme
si el alma sigue soñando.
CRÍTICA LITERARIA
La última cazadora.
Escritora: Elizabeth May.
Escritora: Elizabeth May.
Editorial:RBA
Resumen:
La historia ocurre en Escocia, Edimburgo.
Lady Aileana Kameron, con 18 años, tiene la predecible vida de una joven aristocrática en los eventos de la alta sociedad de Edimburgo, hasta que un hada asesina a su madre. Desde entonces empieza la caza con la ayuda de Kiaran, otro hada. La venganza se apodera de Aileana, y no cesará hasta que mate al hada que le arrancó el corazón a su madre. Mientras, se da cuenta que hasta las personas más cercanas y en las que más confías, pueden traicionarte o engañarte.
Autor/a:
Elizabeth May es una activista defensora del medio ambiente, escritora y abogada. Actualmente es la líder del Partido Verde de Canadá. Fue directora ejecutiva del Sierra Club de Canadá de 1989 a 2006.
Opinión:
Me encantó este libro. Sobre todo me atrajo la idea o perspectiva que tenía de las hadas, la acción cuando la protagonista lucha contra ellas y que está ambientada en otro siglo.
Más información:
Este libro tiene continuación, aunque aún no se han publicado en español.
CELIA ANGULO 2º ESO
La NavidaD de Ana Gutiérrez (2º ESO)
Y abrí los ojos.
La clara luz entró en la habitación y podía ver perfectamente el blanco de las ceras, los adornos navideños de los vecinos y el pequeño Papá Noel que mi hermana puso con entusiasmo en la ventana de mi cuarto. Me levanté y me puse las zapatillas con varios dibujos cosidos de bastones de caramelo. Cuando abrí la puerta, escuché ruidos de papeles y un ligero olor a galletas y juguetes nuevos. -¡Corre, corre, baja!- gritaba mi hermana. Le hice caso y empecé a bajar torpemente las escaleras intentando arreglarme los nudos del pelo que se formaron mientras dormía.
En cuanto puse el pie en el piso de abajo, podía ver a mi perro comiéndose los adornos del árbol, todo el mundo estaba muy ocupado como para hacerle caso. Mis padres, sentados, observaban a su hija pequeña abriendo los regalos que Papá Noel le había traído. Se les notaba una leve sonrisa en el rostro. Yo también la miré y casi sin darme cuenta, vi un pequeño regalo donde ponía mi nombre. Me agaché, lo cogí y lo empecé a abrir como si el papel fuera de porcelana. Sonreí y dije en voz alta: -Feliz Navidad.
Relato escrito por la alumna Inés Miñor Diego, de 3ºESO-B
El otro día fui a visitar a mi abuelo Manuel. Ya le conocéis. Es un hombre de estatura media, arrugado y callado. Mis padres lo abandonaron en la residencia hace ya tres años. Yo lo visito cada semana, pero apenas cruzamos dos o tres palabras. Al abuelo no le gusta hablar, como ya sabréis. Pero el otro día, mientras veía la televisión...
- ¿Qué ocurre, abuelo?
- Hija, ¿acaso no ves las noticias últimamente?
- Pues claro, todo el mundo habla sobre que el ébola ha entrado en España.
- ¡Eso es precisamente lo que más me molesta!
- Me parece que no te sigo, abuelo...
- Ahora todo el mundo se preocupa del ébola porque está en nuestro país, pero antes de eso, ¿a quién le importaban las miles de personas que estaban muriendo en África por esa estúpida enfermedad? ¿Acaso alguien hablaba de ello? Sí, puede que alguien lo mencionase de pasada, o por sacar algún tema de conversación, pero hasta que aquí no ha habido un infectado, los africanos nos daban igual.
- ¡Guau, abuelo! ¡Nunca lo había pensado desde ese punto de vista!
Nos pasamos el resto de la tarde hablando y eso parecía agradarle, porque me pidió que volviese pronto.
- Ni siquiera lo dudes, abuelo.
Helena
Díez, Celia Del Vigo, Marta Villar, Celia Angulo, Rosa Bermejo y Yolanda De
José (2º B)
MIS MAÑANAS
Me acuesto
cada noche
con una nueva
ilusión
despierto cada
mañana
esperando tu
llamada.
Por la tarde
recibí
una carta que
por ti
escrita
estaba, mis ojos
se sumergieron
entre
lágrimas.
Tristes llevo
mis mañanas,
por él.
Juliana Rincón,
Silvia Campo, Nadia Díaz, Paula Ceballos y Sanjana Shewkani.
AQUEL DOLOR
Caminando por las
aguas
de la vida, METÁFORA
me tomé un vinito.
Después de la cañita,
me quedé frito.
Volviendo al camino,
topé con mi nueva espina
¡oh cuánto me alegro
De haberme deshecho
de la antigua!
Olvidando el
triste
recuerdo
que me traía. ENCABALGAMIENTO
Mientras el
sol se duerme, PERSONIFICACIÓN
el agua va sobre las montañas.
Yo durmiendo ya en mi casa
lo veo desde mi ventana.
Perdóname
Tanto tiempo
dando vueltas
Para decirte
que te amo
Disculpa por
amarte tanto
Y no pasarme por tu casa.
Echarte
mucho de menos
Cuando me
estás olvidando
Sé feliz con
quien te cuide
No te andes
lastimando.
Ángela Obeso, Elena Obeso, Arancha Gutiérrez,
Carolina Veiga, Marina Campelo.
CORAZONES DE GUERRA
Y de sombrías noches rebosaban
Aquellos bellos recuerdos sin amor,
Títeres con sentimientos y temor,
Luces oscuras que se marchitan.
Mientras, sin saberlo se aplastaban,
Odios tenaces cavan el dolor.
Odios tenaces cavan el dolor.
Sin primavera se acaba el color,
Que alguna vez en rojo fuego estaba.
Sin saber por qué el invierno acecha,
Y un pálido color surge en la tierra,
En campo de batalla ya sin mecha.
Cortar corazones con una sierra,
Como después de muerto se desecha,
Sacar cadáveres de una guerra.
Pablo Ortego 1ºE Artes Plásticas♥
Soneto alunado
No sabía lo que iba a pasar.
Y entonces me puse la chaqueta,
después me fui haciendo la croqueta.
Los botones rojos no debí pulsar.
La taza estaba llena de café,
una gota rebelde salió fría.
De noche la Luna era tardía.
Con todo lo que me costó entender.
Me costó dejar en blanco la hoja,
y eso que la tinta no salía.
Nuestros lobos aullaban como antes,
¿Por qué es tan difícil que escoja?
Como un terremoto la sentía,
así mi mente tenía, diantres.
Diego Dávila 1º Bach. C
SONETO
Sabiendo lo que ha pasado, no te
puedo perdonar, los alaridos
de mis tripas cuando pienso en ti,
semejante ser de otro mundo. Tú.
Pero tú. Y sólo tú sabes cómo me
gusta que me traten. Caricias. Tú,
sabes calmarme, estar conmigo. Besos.
Muchos besos, de todos los colores.
Antes de que tú me dejaras sola
estábamos tan bien juntos, juntos.
Solos tú y yo, flotando solos. Tú.
Y ahora vienes, y ahora te vas,
Y ya no sé cómo seguir contigo.
Estoy sola, y tú con otra. Tú.
CRISTINA GARCÍA RUIZ 1ºE
OTRO SONETO
Ruth Velasco Fernández 1Bach Escénicas.
Ruth Velasco Fernández 1Bach Escénicas.
Esto de estar tan lejos de ti es más
triste que una infancia en un orfanato,
ver la película de Titanic a
las tres de la madrugada –sola-
Llorar en una noche de borrachera,
un día de tormenta y kleenex,
matar la resaca a ibuprofenos
y eso de las jodidas despedidas.
Sigo pensando que soy una tía
con suerte porque tengo conmigo
al sol más ardiente de Mayo.
Me enamoré porque me gustaba
la poesía y joder con la tuya
y con tu forma de hacerla, mi niña.
EL ALBA DE MI SOLEDAD
Pude tocar la noche con los dedos,
era tan oscura como enorme,
la luna yo la veía deforme,
él todavía rezaba sus credos.
Antes de que pudiera percibirlo,
el sol se levantaba taciturno,
mis sentimientos pedían su turno,
pero yo oía el canto de un mirlo.
La luz se esparcía muy contenta,
el color negro se mezclaba solo,
se fue con amigos y enemigos.
Soledad será mi mejor clienta,
éramos iguales y no de polos
opuestos, por diferentes caminos.
ALEJANDRA TORRE CAGIGAS 1ºC
Soneto
esforzado
Para poder
hacer un buen soneto
Hace falta
ponerle mucho empeño
O tu
profesora fruncirá el ceño
Y entonces
te pondrá en un gran aprieto
Pero no es
fácil hacer un soneto
Aunque aquí
el mío sin vergüenza enseño
Y os
parecerá el de un niño pequeño
Pero yo este
verso nuevo aquí meto
Ya no sé
cómo hacer para acabarlo
No me ha
quedado tan mal, o eso creo
Y solo
espero que os haya gustado
Y aquí mi
imaginación voy gastando
Aunque nunca
he tenido mucho de eso
Y así sin
quererlo, ya he acabado
Sara
Martínez 1º Bach C
Soneto de Elena Santisteban 1º bach C
He tocado el amanecer con los dedos,
Y he sentido sus cálidos colores.
Tras trepar a la luna, dueña de mis amores,
He podido mirar por sus agujeros.
También he caminado sobre el horizonte,
Y me he perdido entre sus largas líneas.
He rebuscado entre los mares y sus simas
Encontrando el tesoro de un almirante.
He hallado inspiración en los atardeceres
He apreciado la dulzura de la vida
Y de la muerte sus tortuosos placeres.
Muchos dicen que del tiempo son dueños.
Yo digo que con él me bato en duelo.
Y si puedo… ¿Por qué no vivir de sueños?
Soneto sin sentido
Eduardo Limón
Aun recuerdo ese triste camión
sufriendo el tenebroso pasado.
Hirviendo en su gaseoso y rojo estado
mientras explotaba el pequeño fogón
Cuando algunos manejan un cañón,
deben tener un mesurado cuidado
ya que la calle no está adoquinada,
mientras mirabas desde el frio salón
Estate atento, coge cobertura
Nunca sabes dónde está el enemigo
El ruso solo quiere dispararte
Si tienes miedo, debes asustarte.
Ya nada te importa, te comes un higo.
Ya sé que no rima pero perdura.
SONETO BERNA Iº bach C
Ya no hay nada que nos pueda ayudar
Para salvar esto llamado amor
Vete rápido de mi vida por favor
Ya que por ti ya no quiero volver a llorar.
¿Qué nos puede quedar ya por vivir?
Si nuestros caminos se han de separar
Ya no me vuelvas más a amargar
Pues por ti jamás volveré a sufrir.
Gracias por todo lo vivido juntos
Y por lo que no vamos a vivir
Gracias una vez más por este adiós.
De nada por regalarte lujos
Y por olvidarte de mí
Gracias porque ya somos uno y no dos.
Soneto Ángela Silván 1º BACH C
He corrido por los inmensos bosques,
He sentido luz, he visto vida,
Eterno laberinto sin salida
Que me ha atrapado innumerables noches.
Y en la eterna noche, yo he bailado,
Le he cantado a la vida, al amor;
Perdida en un oscuro mundo de dolor
Tu solo me mirabas, callado.
Me mirabas, pero no me veías,
Mirabas con tus ojos congelados,
Mirabas la vida, mas no vivías.
Añorando la presencia de tus brazos,
Incansablemente siempre te busqué,
Y aunque el día muera, te encontraré.
SONETO DE JAVIER IRULEGUI
1º BACH C
Echo de menos tu manera de andar
Y también tus caricias, tus anhelos.
Necesito tus abrazos, tus besos
Y tu rubio pelo no se puede comparar.
Te quiero mucho por muy a mi pesar.
Quiero de ti, por verte me esmero.
Cada segundo que pasa me muero,
pues tus dulces labios quiero ya besar.
De ti necesito tus caricias,
Tu pelo onda como olas de mares.
Quiero tocarte, donde quiera que estés.
Perdóname todas mis pifias,
Te buscaré por todas las ciudades
Allá por donde estés, lo juro, lo haré.
Soneto-Julia Pontones
Pues al acordarme de eso, sonreí,
de aquellos momentos vividos,
que ahora están en el olvido,
ahora se esfuman pero viví.
Como si hubiera agujero negro,
que arrástrase con todo aquello,
en camino solo queda el anhelo
y los recuerdos vuelven al ruedo.
Cuando dicen, los recuerdos rompen,
será ellos nos rompen a nosotros,
eso decían por si fuera poco.
Levanta el vuelo, deja tonterías,
y encima por si fuera poco...
que ya se fueron en su día.
SONETO de P.F.
No debimos estar tan enamorados
Tanto fue el daño que nos hicimos
Que, estando juntos, acabamos separados
Y no supimos querernos como debimos.
Estando separados me doy cuenta
Que estar sin ti yo no puedo, ni sé.
No voy a poner mi corazón en venta
Porque a ti te pertenece y así es.
Ahora me he vuelto una persona fría
ya que el calor tú te lo llevaste
y mi corazón no tiene valentía.
Siempre fui muy alegre pero me enfriaste
hasta el punto de no ser ya más mía
y ser tuya con todo tu desastre.
El tiempo que me queda por delante
Nuria 1º Bach.
Hoy vivo recreada en mi pasado:
Mis momentos felices, mis pasiones,
Mis más dulces deseos y emociones
De aquel tiempo en que estuve enamorada.
Aunque fue hace tiempo, he recordado
Lo que sintieron nuestros corazones,
Que nuestro amor se impuso a las razones…
Hasta que me dejaste abandonada.
No espero del futuro más amor,
Pues con el tuyo tuve ya bastante,
Y yo no aguantaría más dolor.
Lo quiero vivir sola y sin rencor:
Soneto de Álvaro García 1º Bach.
Cada día que acaba es igual
No existe una razón para seguir
No hablemos de las ganas de vivir…
A veces doy gracias de ser mortal.
Sé que nunca nadie me salvará
Reniego de todo lo material
Para qué quiero conservar todo esto
Cuando me marche no me servirá
Si alguien quiere salvarme, que venga
Te advierto, quien seas, date prisa
Prometo que esto no tiene vuelta
Así que ya nunca seremos dos
Pero te ruego que me prometas
Que por mí, si te acuerdas, reces a Dios.
Donde hay vida de David Sordo
En un extenso paisaje cruel:
región arenosa, seca, tórrida;
con numerosas montañas de roca,
ni una hierba puede ahora crecer.
Mas en un espacio insospechado,
rodeado de cerros elevados,
un lago de agua había quedado
y un valle frondoso fue formado.
En él buscan cobijo animales,
que fuera de allí no podían vivir
a causa de un espantoso desastre.
Los animales que aquí vivían:
aéreos, terrestres y de agua,
estaban en amplia armonía.
LA VIDA
Allí me encontraba yo,
Fruto de una flor,
Semilla del puro amor.
Allí me encontraba yo,
contemplando cada atardecer
como si no existiera el ayer.
abriendo mi corazón
a un mundo de insatisfacción.
Allí me encontraba yo,
nadando en el agua cristalina
llena de alegría.
absorbiendo cada rayo de sol
como el mismísimo girasol.
saboreando cada alimento
como si fuese el último momento.
Allí me encontraba yo,
abriéndome camino
hacia mi destino.
Subiendo a lo alto
de un gran salto.
FIN JORGE CARRAVILLA 1 BACH E
SONETO VIAJERO
de Diego Aramburu
He estado de viaje en Portugal
de Diego Aramburu
He estado de viaje en Portugal
y aunque haya costado una pasta
me ha gustado hasta decir basta,
y ya toca volver a ser puntual.
Seré sincero, no es lo ideal,
ya que algunos metieron la pata.
La experiencia no me espanta
y me gusta ese entorno social.
Noches como una gran guerra mundial
en las que más valía estirar la pata,
pero no liarla estuve procurando.
Al final nos hacen un tour especial,
al día siguiente nueva etapa
y el autobús otra vez andando.
Dentro de mi Burbuja
“Eres la luz, eres la noche, eres el
color de mi sangre. Eres la cura, eres el dolor…”
Sonaba
aquella canción que no podía dejar de escuchar. Me hacía pensar.
Estaba
tumbada en mi cama boca arriba mirando el blanco techo, formando figuras de luz
en éste, viendo como las motas de polvo flotaban por el aire. Los rayos del sol
eran escasos, la persiana hacía formas circulares en la pared y, cuando podía, las
subrayaba dejando garabatos, los cuales
mejoraba dando lugar a pequeños dibujos.
Notas
de colores estaban pegadas a los muebles, frases cortas apuntadas en ellas me
hacían recordar lo que tenía que hacer.
“Sábado 14, levantarse de la cama
temprano para ir a comprar un libro”, decía una nota pegada en el armario. Ni compré
el libro ni tan siquiera me levanté.
La
canción se iba acabando y con un gesto rápido la volví a poner.
“Sígueme a la oscuridad, deja que te
lleve más allá de nuestros satélites...”
Ojalá
yo pudiera expresarme igual de bien, pero prefiero guardarme mis pensamientos
en la cabeza, seguir siendo la chica misteriosa, tímida, ¿Habrá alguien igual
que yo? Solté un resoplo y me dispuse a jugar con mis pulseras situadas en la
muñeca de mi mano izquierda, perlas de colores, cuerdas de plástico, alguna que
otra de cuero…, en ese momento buenos recuerdos se situaron en mi mente.
La
vida es extraña; naces, vives y mueres. Sigues las reglas de ésta; estudias,
trabajas, te enamoras si tienes “suerte” y formas una familia. Yo no quiero
seguir la rutina, quiero romper las normas, quiero irme lo más lejos posible,
descubrir, experimentar, sonreír y estar orgullosa de mis acciones.
Cerré
los ojos por un segundo, escuchando la letra de la canción como fondo…
Me
levanté de la cama para mirarme en un pequeño espejo que había colgado en la
puerta. Ojos grandes y oscuros, labios gruesos, nariz pequeña, tez blanca,
cabellos castaños enredados entre si y demás detalles como algún que otro
pequeño lunar. Tengo expresión… ¿Seria?, ¿Podríamos llamarlo así? Me
consideraba un libro cerrado, una persona que tienes que ir conociendo poco a
poco, página por página.
En
esos momentos en los que estaba completamente perdida contando mis errores y
virtudes, sonó la alarma de mi móvil, esa estúpida vibración. En la pantalla
ponía un mensaje:
“Vuelve al mundo real”.
Miré
el dichoso aparato con desgana y lo bloqueé.
-Allá vamos-me dije a mi misma abriendo la puerta y
afrontando mis miedos, la realidad.
“Mi cabeza da vueltas, ya no lo puedo
ver claro”,
cesó la canción.
Ana Gutiérrez 2ºA
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