miércoles, 28 de mayo de 2014

PARADERO DESCONOCIDO



Fácil es decir que encontrarte fue como encontrar el paraíso. Difíciles fueron la distancia y las circunstancias, el no verse. Hasta que te encontré me hallaba en paradero desconocido. La lluvia golpeaba mi ventana, a la que podía pasarme horas mirando, observando las carreras que hacían las gotas de agua. El vaho delataba mis gritos, ahogados en mi boca seca. Las sábanas frías fueron mis únicos compañeros en aquellas noches de invierno. Manos frías. El olor a café se impregnaba en aquellas cuatro paredes empapeladas. Mis pies húmedos con olor a calle rozaban la moqueta del salón, como herbales secos mecidos por el viento de primavera. Por las mañanas, la música alta y el frío en la cara. Resultaban ser los mejores acompañantes; hasta que te conocí. Como un cuaderno vacío antes de empezar a escribir, a desahogarme en sus páginas. Tu piel será mi lienzo y en esas páginas quedará grabada nuestra historia.


Paula González Piñán 3ºB (2º Premio relato. 2º ciclo ESO)

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